Homenaje a los Cabilleros [aquí para la letra]

Simpatizantes de los dos primeros LPs de la Charanga Habanera que le temen un poco al cambio podrán volver a la costumbre con «Yuya la Charanguera» y este tema. «Homenaje a los Cabilleros» además de establecer el récord de más conotaciones sexuales en una canción, combina muchos de los elementos musicales intrigantes que vieramos en los clásicos antiguos, con un poco de latin jazz virtuoso y «fusionado».

Los obsesionados de la clave tendrán, por su parte, la oportunidad de divertirse durante horas con este exquisito ejemplar. [ejemplo de audio 33]. ¿Ya te has dado por vencido? Si no te interesa este tipo de profundicación, y/o valoras tu cordura, salta al próximo párrafo. ¿Sigues aquí? Bueno... entonces... para ayudarnos a entender esta bestia, los arreglistas muy amablemente decidieron recapitular el material introductorio al final del tema. Para este entonces, la clásica onda charanguera del 3:2 que se encuentra a como de lugar en los primeros discos está carburando en plena marcha. Cuando la introducción de metales es abreviada y se vuelve en la despedida del tema, la clave de rumba del 3:2 no se da ni por aludida. [ejemplo de audio 34] Escucha el ejemplo 34 hasta que te acustumbres a sentirlo como si quedase en 3:2 de punta a punta. Ahora vuelve al comienzo del tema [ejemplo 33] que claramente empieza en 2:3. Después de 8 claves, para ser precisos, la despedida que venimos de conocer en clave 3:2 toma forma. Por lo cual, si ya estás familiarizado con nuestro «Cambios de clave en la música de la Charanga Habanera», con gran autoridad identificarás la inversión estilo «licencia de la clave 3:3»... pero esta inversión sólo dura cuatro compases antes de volver al sentido original (2:3), haciendo uso del estilo «New York» con un poco de guaguancó marcando la transición. ¿Qué queremos decir con esto? Después de las cuatro compases en 3:2, un bloque de dos notas llena la mitad fuerte de la clave, y las tumbadoras entran con el ritmo del guaguancó sobre la mitad débil. Esto nos da dos compases de guaguancó en 2:3 que nos llevan tranquilamente a la clave de rumba corriente, clave que la CH utiliza para sus cuerpos. Al final del cuerpo volvemos justamente a la clave del 3:2, típica de los coros y mambos... y nos quedamos ahí hasta el final. Este cambio es realizado al estilo de la «licencia de la clave» [ejemplo de audio 35] Para seguir la música, aplaude siete compases seguidos en 2:3 y entonces repite la mitad fuerte para así invertir la clave al inicio del tumbao de piano.

Pero lograr que percusionistas no cubanos pierdan el cabello prematuramente es sólo parte del encanto de este número. Las interpretaciones vocales del disco entero son divinas, divididas equitativamente entre el prometedor debut de Michel Maza y probablemente las mejores prestaciones de Sombrilla, que en este tema combina magistralmente una prolongada serie de guías melódicas y creativas con calculadas interjecciones humorísticas como ésta: [ejemplo de audio 36], donde sucede la preciosa imitación de un rumbero de Santiago con la estampa charanguera del «¿eh?»