Como Un Volcán

Mi corazón se agita/ mi sangre parecida/ a lava de volcán. El primer megaéxito bailable de este nuevo Michel Maza sería, y sólo si la fuerza (el mercado internacional) le acompaña, probablemente esta pieza que para cualquier oyente tendrá los ganchos suficientes como para atraerlo forzosamente al mosaico de sus formas. El empellón abridor, un sube y baja en escala menor del piano sobre la lenta avanzada del bajo inmediatamente nos toma de la cintura, pero como la buena música cubana, no es sino una demostración prematura del altísimo grado de clase y creatividad que seguirán. Mi crítica hacia esta canción como hoy aparece en este disco precisamente tiene que ver con este coro, con el hecho de que este precioso juego de tumbaos inicial no se desarrolla más durante la sección a la que corresponde. Pero por lo demás, el tema es una exquisitez, empezando por el precioso puente inicial de los metales, en este caso quizás mejor cabe utilizar el término instrumentos de viento, pues como el viento cambian el clima de la canción y acompañan con elegancia los rayos sonoros de Michel Maza (audio). Pero como siempre en la música que más nos llena, el precioso cuerpo es sólo un antipasto de la suculenta carne que nos espera. Y esa carne nos es servida, como era de esperarse, junto a su prodigiosa salsa, obra de Sergio Noroña (audio). El coro aquí es uno de los más lindos que he escuchado este año, pero evidentemente se gesta gracias a Sergio y el otro importantísimo partícipe del tumbao, Arnaldo el bajista. Esta es la verdadera fiesta de Michel y su equipo, los pasos cortitos y precisos del tono más grave, la radiante cintura que echan faldas al viento, personificada precisamente por el piano, ese viento, esas olas, ese sol, ese mar: ¡Caribe! La primera canción que llama la atención de este disco es sin lugar a dudas Como un volcán, pero es cierto que la pieza merece un tratamiento profundizado al final para realmente llegar al nivel que llevaba esta música a fines de los noventa.

Se perdió nuestro amor

Un cuerpo bastante atractivo, especialmente por el arreglo cuidadoso al cual ha sido sometido, con idoneas entradas de los metales y la manera tan inteligente con la cual llenan los espacios estos verdaderos músicos de casta, como lo son Sergio, Arnaldo y la percusión. Esperaríamos igual de cualquier músico trabajado. El cuerpo se extiende bastante (2 min 30) y nos conduce a un tumbao interesante. Aquí puedes escuchar la comparación entre este tumbao y el de «Materia de Amor» de Paulito FG. Sergio Noroña, sin duda alguna artífice de la gran orquesta de Paulito FG que alcanzó un nivel quizás nunca antes alcanzado, aquí prueba que en la piel lleva muchos de los pálpitos de aquellos tiempos. El tumbao posteriormente recibe un buen mambo, grandes guías de Michel y todo el fuego jazzístico de Sergio Noroña hasta desembocar en una sección de efectos sencilla pero muy eficaz.

Tómame si puedes

El cover que más me gusta es éste, y lo es por varias razones: posiblemente la primera razón es que se trata de una de las canciones que más me llegan de Tremendo Delirio: Lo que siento por tí. Pero fuera de ello, también puedo hablar de la forma repentina en la cual nos son lanzados tumbaos muy originales, los mambos musicalmente más atractivos que los de otros temas actualizados y un material novedoso que hace de esta pista no sólo una versión de un tema anterior, sino una canción nueva de por sí. También cabe resaltar a Noroña durante esta corrida, por ejemplo, (audio), a cada vuelta improvisando la última parte del tumbao con mucha clase (podrás escucharlo haciendo esto a través del disco a como de lugar). Y qué decir de la interesantísima sección que empieza al minuto 3.23, donde podemos escuchar efectos del bajo inteligentemente entrelazados con los acentos de la percusión. Michel canta el tema con la misma gracia con la cual lo hizo en un principio en Tremendo Delirio, pero le añade durante las guías una nueva personalidad mucho más suya, de lo que él ha trabajado personalmente a través de los años.

Quién te supo amar

Es una canción leve, fácil de digerir, lindo cuerpo y bonito coro, que bien podría llevarle éxito a Michel entre quinceañeras y demás a través de América Latina. No sé cuánta coincidencia haya en la referencia a Ricky Martín, pero es posible que en ella se refleje el deseo de alcanzar reconocimiento internacional entre las grandes consumidoras de música bailable. En todo caso la banda está muy por encima de lo demostrado durante los 3 minutos y algo del tema.

El Portero

Nuevamente un tumbao genial, especialmente la parte de bajo (audio). Nos regresa esta novedosa salsa-timba que aun siendo algo light, tiene de swing y caché para gozar la noche entera. En su totalidad, está muy bien pensada en todas sus partes, y en cuanto a arreglos es quizás mi preferida. Hay una interesante meticulosidad en las frases de los metales, que de hecho aciertan por todos lados. Escuchen este anticipo del coro: (audio)... Los mambos son buenísimos, los tresillos de Noroña titilan en la noche azul, es un tema estrella. La jocosa línea «yo sé lo que te digo, después te explico» del último coro es inefablemente caribeña y creo que no pocos podremos asociarnos a ella. Como siempre le reprocho al tema su final prematuro. Justo cuando espero la apertura de las grandes invocaciones y lo que siempre he considerado la timba celeste de mi inspiración, que sería pues una perfecta continuación a la guía última: «y mira que me vengo... y que me vengo cayendo!», la banda se retrae y se apaga apresuradamente con la frase introductoria repetida dos veces para finar el tema. Espero que tengan la posibilidad de ensayar el tema en vivo y lo alarguen... ¡y mucho! ¡Sólo una pequeña sugerencia de este humilde criticón!

Caramelo

Esta canción de Juan Formell es más delicioso que un caramelo. Al escuchar esta versión, realmente me costó mucho interesarme en ella pues la original de Vanessa, hija de Formell, es espectacular. Mientras lo escuchaba por primera vez, me acuerdo que a medida que se acercaba el segmento de «y ahora gira-gira-gira», me ponía verde rojo azul de temor, rezando a los dioses que por favor hagan algo digno del grandioso momento. Y debo decir que fui gratamente sorprendido por lo hecho. Cómparalos aquí (Michel vs. Vanessa)... creo que en el fondo sigo preferiendo la versión original, pero no quiere decir que si hubiese escuchado esta primero no sería lo inverso. Hay que decir que Michel se lo apropia con soltura y fuera de contextos, es muy lograda. Honestamente son los coros que más añoro del original.

Descarga del menor

No comprendo por qué es éste el tema más largo. En el rock, en el jazz y en otros estilos sería quizás comprensible, pues los temas con improvisaciones son los que se extienden, a veces insoportablemente, más de lo esperado. Pero en este disco yo podría pensar en unos cuantos temas que podrían ganar mucho con algunos minutos más de buena inspiración timbera. En todo caso, Noroña y Michel son los grandes protagonistas. Michel practica un poco de su ocurrida concepción de sonero y Noroña, como bien lo dice el Menor, rompe el piano.

Sigo buscando

Y todo termina con una linda tonada, una canción para escucharla bajo la generosa brisa del caribe, un mojito en mano y la nostalgia de tiempos bien vividos.

* * *

Existe algo de procesado en el sonido de los discos de Envidia, quizás tenga que ver con el hecho de que siempre son los mismos coristas (y con ello no quiero decir que tengan nada de malo. Por lo contrario, son muy buenos... pero es lo que más claramente le quita individualidad a conjuntos e intérpretes). En fin, no es el mejor disco del año. Pero tal fue nuestra emoción al escucharlo a Noroña de vuelta en los estudios, al escuchar material original y creativo, y al escuchar a Michel realmente rejuvenecido y contundente como bien lo recordábamos, que nos propusimos destacar todo lo positivo que tiene esta producción.

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