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SpanishEnglishConcert Report - Bamboleo - Paris - 2004 - The show began with ...
El repertorio en el caso de anoche empezó con un tema titulado «No puedo vivir sin él», compuesto por el propio Lázaro Valdés. Es una pieza que tiene su promiscuidad, que a más de todo cuenta con uno de mis coros preferidos de estos últimos tiempos (audio 2). Se trata de una muchacha obligada a dejar a su pareja oficial por otro que más la apasiona. Lamentablemente desajustes en la equalización no permitieron a los que no conocían la canción de apreciar su letra, un leve problema que se solucionaría después del descanso cuando el nivel general fuera disminuido— ¡en este caso gracias a la policía nacional que reclamó los estruendos de la fiesta! Tanja Pantoja, la radiante líder femenina de la banda, canta éste y muchos de los temas más requeridos de la agrupación, incluyendo el clásico anteriormente popularizado por Vannia Borges, título del tercer disco «Ya No Hace Falta». Durante el primer set, un breve anticipo de este éxito fue cantado no por Tanja, sino por la multitud reunida en La Galerie cuando los cantantes giraron los micrófonos hacia el público, un momento de gran conmoción. Cabe mencionar que Tanja se ha afianzado un puesto por demás difícil dentro de Bamboleo, aquélla tan codiciada plaza de Haila Momprié y la propia Vannia Borges, dos nombres que por cierto han recorrido el mundo. Hace un año se podía escuchar todavía un cotilleo de dudas y preocupaciones que cuestionaban su capacidad de reemplazar divas como lo fueron en su época Haila, Yordamis y Vannia en Bamboleo, mas hoy cenizas han quedado de estas incertidumbres, puro polvo ante una demoledora capacidad no sólo de energizar medio salón de personas que nunca en su vida la habían visto antes, pero también por haber librardo una actuación irreprochable, inspirada y sumamente acorde al momento actual de la banda. Es acaso eso lo que más me impresionó. La forma en que el estilo de Tanja ha madurado dentro del concepto global de Bamboleo.
El segundo personaje estelar, que ya tiene un buen tiempo colaborando con esta orquesta, pero que por lo mismo todavía no ha grabado nada en particular con la misma, es Alain Daniel Pico. Además de ser cantante de primera, con un timbre singular y un gran estilo y presencia, Alain es un joven compositor que ha contribuido una serie de piezas sólidas, números que gozan de importante acogida en Cuba y seguramente se habrán pegado también por acá en París. El «Blablabla» (de nombre oficial «Aparentemente Ideal» --entre piratas tildado «Te Quedó Fatal») tiene un pequeño gesto de manos que lo identifica y una ocurrida similitud con la conocida canción de la Charanga Habanera, lo cual hacen que rápidamente podamos recordarla. Pero es quizás «Los tipos que están de moda» la canción que más nos arrancó el ritmo de la sangre. Contagiosa, llena de influencias del rock, el funk, la propia salsa cubana y la timba, por supuesto, este tema «farandulero» lleva un arreglo fulminante y un coro titular verdaderamente adictivo: (audio 3). Hay un coro añadido al final que me recuerda a otro coro de otro timbero de renombre, Paulo F.G.: «ayayay dime tú, me gusta ella y me gustas tú»... Alain Daniel hace algo distinto, pero que en últimas instancias es un poco la misma idea... ¿o no?... en todo caso, si me es permitida mi opinión prefiero su «y si te gusta uno, si te gustan dos...» (audio 4- compara a Paulito con Alain Daniel). Quizás representa una graciosa réplica hacia Paulito (¡acaso la primera guía no es «te gusta Paulito o te gusto yo»?) que a fin de cuentas le da algo de comedia al tema aún si la alusión no sea intencional. Hay algunas canciones más de su autoría, entre ellas «Es simplemente puro amor» —una lograda balada que también se interpretó ya en el segundo set —junto con otras dos que no tuvimos la oportunidad de escuchar: «La Suegra» y «Un Tipo Enamorado». También de este cantante podemos decir que su identidad vocal tan interesante, quizás aún más especial en cuanto a calidad que el de las damas, se compagina firmemente con la actualización de la orquesta y le da un matiz distinto y original a la nueva tanda de canciones.
La formación de dos mujeres nunca ha sido alterada en la estructura de Bamboleo. La bella Liena Hernández completa la lista de cantantes y es la que menos protagonismo lleva entre vocalistas, lo cual no es decir que no sea una gran cantante, ni tampoco que no sea indispensable dentro del equipo. A más de armonizar los coros con justeza, otorgando una voz femenina de fondo mientras Tanja canta la prima, interpreta en calidad de voz principal «Recapacita», por ejemplo, pieza originalmente grabada por Yordamís Megret. Algo joven, y posiblemente falta de experiencia, Liena tiene sin embargo una presencia muy imponente. Hace sólo un año que forma parte del grupo y ya se palpa entre ella, Alain y Tanja, esa química necesaria para montar un espectáculo de dichas proporciones.
Pero si bien Liena llegó hace un año, es Lipsael Jiménez, el tumbador, el recluta más reciente. Es también en el caso de Lipsael que se siente cierta frescura y originalidad de estilo, lo cual destacan al Bamboleo actual de otras bandas y de su propio pasado. Los efectos, los acentos, las marchas, su forma de tocar es muy cuidadosa, muy atenta (como todo tumbador de calidad). Los ritmos, como siempre en la timba, a veces parecen desbordar de toda noción métrica —vemos a Ludwig, el baterista/pailero, con cierto espacio para su propia improvisación—pero echarle un vistazo a Lipsael revela cuán importante es el control, la inteligencia, la colocación precisa de uno u otro golpe dentro de lo que es la esencia rítmica no sólo de Bamboleo ni de la timba en general, sino de toda la amplia gama musical de Cuba. Mirarlo por un par de segundos, especialmente mientras modulan los ritmos, es muy interesante, y me hace pensar en la salsa acostumbrada que no es cubana ni timbera, donde las marchas se pierden en la costumbre. Esto es dinámico, estratégico, una matemática relativa que bien se codea con cualquiera de las grandes ciencias humanas...
La sección rítmica, la percusión, el bajo, el propio teclado de Lázarito, con sus tumbaos y sus señas al aire que indican, como en campo de batalla, la estrategia a seguir, es un bloque de avanzada demoledor. Los ritmos tan diversos se encajan con una naturalidad casi perfecta, los cambios son exactos... sí... pero también son como empellones que te llevan el cuerpo y esta variación es como termómetro de sus propias consecuencias. Ludwig es uno de los grandes bateristas que tiene el mundo. Es un músico excepcional cuyo mayor talento es la atención que le presta a su instrumento y a su importancia como estera en que se montan los demás. Su fuerza es precisamente esa constancia, esa forma casi rock-funk de tocar la batería timbera, que, dicho sea de paso, le cabe como anillo al dedo a la visión personal de Lázaro Valdés.
Los metales, como es habitual, no despilfarraron ni una sola nota en todo el concierto, despidiendo los pensamientos arreglistas de Lázaro con otro tipo de exactitud. Representan en sí un engranaje más sincrónico. Carlos Valdés tuvo la oportunidad de improvisar, mucha clase por cierto — ¡a éste ya lo conocíamos!, al igual que Ray el trompetista que también es uno de los nuevos. Pero lo que más identifica los «vientos» en Bamboleo es la forma inequívoca con la cual se interpretan frases complejas al unísono, de vez en vez desatando una que otra colorida armonización. Si bien se destacan menos por sus individualidades, reluce esa fogosidad perfeccionista que les ha inculcado el conductor de orquesta.
Podría decirse entonces que como muchas bandas timberas Bamboleo se divide en tres módulos que se enfrentan... metales, percusión y voces, que viven su propia historia compartida en el escenario. Es interesante notar también que el bajo, Osmani Díaz, y piano son mucho más ambivalentes, pueden ajustarse a un módulo u otro, a veces siendo melodía, otras veces armonía y por último ritmo... El bajo y el piano se mueven a través de la música con una libertad omnipresente. Claro que en el fondo el que más desembarazo tiene es Lázaro Valdés, quien improvisa bastante, adorna a como de lugar con sonidos intergalácticos, solos endemoniados, tumbaos desplazados y otras loqueras que se le vienen a la mente. Pues como nos lo dijo después del concierto, Bamboleo está en su imaginación.
En otras palabras, y no sólo lo digo yo... se lo decimos todos aquí en timba.com: vayan a ver a Bamboleo. Si nunca has visto la banda, bueno... ni se diga... pero si, por ejemplo, no la has visto en un buen tiempo, es sin lugar a dudas más que recomendable que lo hagas lo más pronto posible... Los eléctricos temas «El Maíz» y «El Chisme» seguramente serán los grandes éxitos del nuevo disco y desplazarán a algunas de las piezas que tanto han identificado a Bamboleo en el pasado. Esto lo digo sin ánimos de desmerecer ni los temas anteriores ni tampoco otros nuevos. Las canciones nuevas todas son fuertes, inclusive las baladas y especialmente aquéllos temas homenaje como «Ran Kan Kan» o «Kímbara Kímbara» (que es del primer disco, pero parece haber sido actualizado). Ambas son alarde de virtuosismo, tanto instrumental como en cuanto a los arreglos. Todo concluye, a fin de cuentas, con un tema que aparentemente debe ser no sólo la pieza más reclamada de la banda, pero la que más orgullo le trae a Lázaro Valdés: «Ya no hace falta» que con este corito añadido seguramente te golpeará de revés: (audio 5) En sí la fiesta es una verdadera explosión de fuerza, refinamiento y calidad.
Y no hay mejor que volver a casa con un universo inexplorado repicando muy adentro, dándole vueltas al coco. Es algo necesario para nuestra subsistencia como seres humanos. Es sólo cuando la música es realmente buena... háblese de buenísima, de espectacular... que no hay necesidad de la documentación grabada como punto de referencia... que basta, llena y apasiona el mero hecho de haber estado, de haber bailado, de haber gozado hasta el final. No puede haber mejor premio para un artista que la satisfacción de su público, no puede haber mejor premio para un público que descubrir nuevas sazones y formas de vivir. Vayan a verlos... ¡es lo que se usa!
París, 30 de mayo, 2004
Sigue a la entrevista con Lázarito Valdés
Lista de fotos en este artículo: cortesía de Maia Gambis e Ilán Greenfield ©2004 (1) furia y temperamento; (2) génesis; (3) tanja; (4) alain daniel; (5) Liena; (6) alain y lipsael; (7) Osmani; (8) maikel y ray; (9) ludwig de espaldas. Aquí para más fotos
* los extractos de audio 1, 3, 4 son de un concierto anterior!