Riki Ricón
de David Calzado
[aquí para la letra y análisis de formato]

Dantes Cardoso fue el último de esta nueva tanda de charangueros en formar parte de la banda, reemplazando al último de los miembros originales, Michel Maza. David Calzado había presentado la voz de Michel cuando contaba sólo 16 años, en el tercer disco de La Charanga Habanera, y rápidamente lo formó para que sea en poco tiempo uno de los mejores y más populares intérpretes de toda Cuba. Maza cuenta con una voz única y profundamente resonante, una cantidad de atributos, carisma y cualidades para ser una verdadera estrella de escenario, pero por lo mismo, la elección de material y la dedicación al perfeccionamiento de su interpretación por parte de Calzado fueron de igual importancia para Michel durante su ascenso a la fama. Y de todas la canciones que Calzado compuso o arregló, el que más funcionaría dentro del estilo de Michel sería «Riki Ricón». ¡Irónicamente, cuando la banda empezó a tocarlo, Michel ya se había ido! Dantes Cardosa tuvo la gran responsabilidad de reemplazarlo, reemplazar su voz y demás atractivos, y su primera misión fue protagonizar «Riki Ricón» -- un descendiente musical de «Lola» con una letra intrigante sobre los trabajos y dificultades de ser el hombre más deseado y apuesto de La Habana. Y se le debe hoy a Cardosa el hecho de que la canción se convirtió en uno de los éxitos más grandes del disco. Sigue siendo interpretado en los conciertos del 2002 y Riki Rikón es ya el apodo oficial de Cardosa.

La canción está basada en la onda funk de «El Temba/Lola» -- un poco más lenta que otros temas timberos y la línea de bajo empieza con cuatro corcheas estilo marcha, las dos de la mitad coincidiendo con los golpes de la mitad débil de la clave. No existe un término que identifique aún el ritmo, pero probablemente lo habrá ya que Calzado lo continúa utilizando para asegurarse los «exitos» de su banda. Uno de los mejores temas del sexto disco --«Ella es como es»-- también utiliza esta familia de tumbao.

Tirso Duarte --el coautor-- creó algunos tumbaos fascinantes para el tema. El Tumbao 1 surge del ritmo de bajo de «Lola»: [ejemplo de audio 50]. El Tumbao 2, [ejemplo de audio 51], es una variación de esto con algunas sorpresas armónicas muy espciales e inesperadas, que a la perfección se mezclan con algunas de las mejores guías de Dantes. El próximo ejemplo, [ejemplo de audio 52], empieza con el primer tumbao y continúa con el segundo vía un bloque. El mambo cuenta con su propio tumbao que sólo dura 8 compases y nos conduce al Tumbao 4, [ejemplo de audio 53], uno de los más potentes de todo el disco, y la base de una serie de coros que toman ideas del rap de Aned Mota que inaugura la canción. Aunque un común colaborador de La Charanga Habanera --Manolín-- no colaboró con canciones en este disco, su influencia es sentida en el coro final, [ejemplo de audio 54], que está inspirado en «Él que esté que tumbe» [ejemplo de audio 55].

En concierto, Riki Rikón frecuentemente es prolongado a 20 minutos y más, dentro de los cuales se le inserta una prolongada secuencia de baile para los cantantes y varios de los otros miembros de la banda, y acompañado por coros personalizados como «Noelito…que no se diga que estás enfermito!» son llamados a demostrar lo que tienen. Noel el gimnasta precisamente hace lo que mejor podría ser descrito como un cruce entre un descuartizamiento de piernas y el tembleque. (véase la foto en «Los Charangueros de Hoy»). Hasta el trompeta, «El Abuelo Carmelo», el quincuagenario algo pasado de peso, hace su coreografía chippendale durante está sección del espectáculo.