El Cantinero
de Alina Torres
[aquí para la letra y análisis de formato]

Hay aquéllos que se quejan de que los cuerpos de la timba son demasiado diferentes en estilo a las secciones de montuno y para este tipo de persona «El Cantinero» no va a cambiarle los prejuicios. Pero para otros, un arreglo de timba como éste es como una comida completa con entrada, dos platos y postre -- sus contrastes siendo parte de su encanto -- y en este caso «El Cantinero» hace un recorrido entero desde el pop suave a la timba dura, de la más agresiva que hay en el disco.

Los estilos tan distintos son juntados bajo una idea lírica en común: un homenaje a la figura que está presenta en toda presentación de La Charanga Habanera -- el cantinero.

El cuerpo, compuesto por Alina Torres, pianista y directora musical de «Dacapo», el cuarteto vocal del cual salió Vannia Borges de Bamboleo. Torres también compuso: «Y no me explico lo que tienes» para Los Van Van. La última línea de «El Cantinero», «el cantinero es un cancha», parafrasea una canción anterior, que empieza con la misma frase. [ejemplo de audio 42b] En este caso la palabra «cancha» quiere decir «un tipo chévere».

Pero «El Cantinero» suena como si hubiese sido compuesto por Cole Porter. El formato ABAC y las melodías en sí, especialmente las de «B» y «C» [ejemplo de audio 43] recuerdan a un «show tune» de Broadway, y la idea lírica es muy recordatoria de Porter -- inteligentemente divirtiéndose con el afecto que el consumidor le tiene a su cantinero (¿o es el afecto que le tiene al alcohol en sí?)

El cuerpo, con sus raíces en los años 40, nos lleva a un primer tumbao bastante sencillo y muy dulce que guarda parentezcos con alguna balada de rock de los años 50: [ejemplo de audio 44], pero luego de algunas repeticiones, un segundo tumbao entra y cambia drásticamente todos los aspectos del arreglo. Si Thelonius Monk hubiera sido timbero, quizás se le ocurriría algo como esto, una inspiración peculiar de Duarte: [ejemplo de audio 45]. Frente a este nuevo tumbao, el ambiente cambia por completo, y entra la timba oscura, pujante, con una serie de coros y guías (de Tirso) que paulatinamente se vuelven más urgentes.

Podría llegar a ser algo preocupante el darse cuenta que este excelente cantante también ha sido el creador de todos los tumbaos que hemos estado encarando en este artículo. Con la posible excepción de Alain Pérez, no hay ningún otro personaje timbero que haya demostrado tal diversidad de talentos. Música de la belleza, complejidad y profundización de estos tumbaos generalmente es producto de artistas con personalidades introspectivas que dejan la bravura, carisma y comunicación emocional directa con el público a otros. El ejercicio de ser «front man» requiere otro tipo de talentos en los ámbitos de la actuación, el baile, el sentido del humor, y claro, un buen aparato de cuerdas vocales resonantes. Tirso tiene habilidades extraordinarias en ambas áreas, y Calzado las aprovechó todas durante su corta estadía en La CH. Sin embargo, al dejar la banda, Tirso pasó mucho tiempo cantando y no tocando, en los lustres de NG La Banda y Pupy Pedroso y Los que Son Son. Con su nueva agrupación, Tirso Duarte y La Leyenda (y no «Sentimiento Manana», como habría sugerido tiempo atrás sería el nombre de su agrupación propia) seguramente veremos a un gran talento aprovechando tanto su calidad instrumental como una atractivisima personalidad de escenario.

El cantante preferido y influencia vocal más importante de Duarte es Mayito Rivera de Los Van Van, y su interpretación de «El Cantinero» contiene ciertos aspectos de «Soy Todo» con guías que paulatinamente incrementan en intensidad hasta llegar a la fuerza de una oratoria. ¡Esta analogía se deshace rápidamente desde un punto de vista lírico, pues la letra de «Soy Todo» es de hecho profundamente religiosa mientras que el rezo en «El Cantinero» simplemente expresa adoración al emborrachamiento vía ron y cerveza!

Las guías del coro dos son muy melódicas. También date cuenta de la facilidad con la que Tirso llega al si bemol agudo en «una sonrisita». [ejemplo de audio 46] En el mambo que sigue, los metales, como en el tema anterior, sacan parte de su melodía del tumbao de piano: [ejemplo de audio 47] También nota que el coro 3 y el mambo 1 son introducidos al mismo tiempo, mientras que Tirso continúa cantando guías. A este punto en la historia de la timba, los límites planteados por la salsa tradicional han desaparecido por completo. El coro, guías y metales pueden y llegan a coincidir y traslaparse continuamente.

Coro 4 representa otro brote de intensidad. [audio example 48]. ¡Y ya hacia el coro 5 Tirso está en candela, clamando los nombres de varios cantineros habaneros con la misma emoción con que Mayito invoca a Orula en «Soy Todo»! Y es el coro 6 que finalmente nos llevan a un clímax, luego de una larga y muy intensa travesía... el tema concluye con un solo de flauta de Osmany Collado: [ejemplo de audio 49]

Las secciones finales de esta canción todavía son incluidas en conciertos del 2002, con Aned Mota cantando las guías. Es interesante notar que los grupos de timba comúnmente empiezan con un cuerpo, le añaden la sección de montuno y algunos años después terminan por descartar el cuerpo por completo. La Charanga Habanera ha hecho esto con Nube Pasajera, Para el Llanto, etc., y Bamboleo tiene un asombroso arreglo de 15 minutos que combina una serie de los tumbaos de siete u ocho de sus canciones más antiguas.