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Cuba based rap duo, Zona Franka, blends traditional rhythms with the grit and swagger of hip-hop and rap vocal phrasings. Their clever shout choruses create instant tropical dance classics using their unique self-titled "changui con flow" style.
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SpanishEnglishDiscography - Chan Chan Charanga

Chan Chan Charanga
(Tiene de melao, tiene de Cuba)

cuban music, musica cubana
por Kevin Moore, 2002

traducción al españo: Ilán Greenfield

Un nuevo lanzamiento de una de las bandas más grandes de la timba cubana siempre es un acontecimiento, especialmente si se trata de La Charanga Habanera. Cada uno de los grupos importantes han aportado sus obras de excepción al amplio universo de la timba, pero la mayoría también han mostrado lapsos remisos, publicando material más flojo a través de sus trayectorias. Sólo son dos las bandas que se han negado en lanzar trabajos que no fueran del mejor nivel: La Charanga Habanera y Klímax. Sus primeros discos fueron obras maestras en ambos casos y desde entonces no se ha observado decaimiento alguno en su producción musical. «Chan Chan Charanga» no es la excepción. Se junta a «Oye Como Va» de Klímax, «La Fórmula» de Issac, «Para que baile en Cuba» de Manolito y su Trabuco, y «Charanguero Mayor» de la misma Charanga Habanera como uno de los mejores discos de los últimos años.

Antecedentes:

Como lo podrás leer en las otras páginas dedicadas a La Charanga Habanera, cada uno de los primeros discos de esta magna agrupación cubana son tamaños logros:

1993 Love Fever
1994 Hey You, Loca!
1996 Pa' que se entere La Habana
1997 Tremendo delirio
2000 Charanguero mayor

Los cuatro primeros cuentan en su mayoría con la participación de los mismos músicos, los cambios principales suscitándose en las plazas de vocalista con los arribos de Michel Maza y Dany Lozada y la partida de Leo Vera. Más o menos un año después de lanzar «Tremendo Delirio» al mercado, la banda entera renunció en masa y su director David Calzado se vio forzado a empezar de nuevo y reestructurar una Charanga Habanera que ni con ruinas contaba. Este nuevo equipo musical grabaría «El Charanguero Mayor». Si bien es cierto que la reformulación de la propuesta era muy distinta al trabajo anterior, «Charanguero Mayor» fue, a su manera, igual de poderosa, original, inspirada y enérgica que sus precursores. El nuevo disco, «Chan Chan Charanga», ha sido grabado por este mismo grupo de músicos con dos excepciones muy importantes. El genio de las pailas, Yulién Oviedo, ha sido reemplazado por Pavel Díaz y cantante, pianista, compositor y arreglista Tirso Duarte ha sido suplantado por, Leonid Torres, simplemente cantante. Gran parte del material de «Chan Chan Charanga» sin embargo, fue desarrollado antes de que Duarte abandone la banda, quien fue, durante su estadía en la banda, eje capital en la concepción de las partes de bajo, teclado, piano y voces. Por ende, este disco es un tipo de transición, Calzado intentando hacer lo mejor del material sin su colaborador más importante, al mismo tiempo que empieza a establecer una nueva dirección para la banda.

Las canciones, una por una:

Cada uno de los discos de La Charanga Habanera han iniciado con un clásico timbero y los cuatro discos anteriores también aprovechan al tema abridor para presentar a un cantante nuevo - Michel Maza en «Nube Pasajera», Dany Lozada en «No Estamos Locos», Aned Mota en «Introducción/Sube y Baja», y ahora Leonid Torres en «Gozando y a lo Cubano». Torres posee una voz profunda, agradable y más orientada hacia el pop, y durante esta canción Mota le suma varias ideas provocativas con su tenor aguzado y su atrevida entrega cubana callejera. La combinación es algo recordatoria del dúo Leo Vera/Mayito Sombrilla de la primera Charanga Habanera. El cuerpo es sumamente adictivo, pero los primeros ejemplos de la magia charanguera aparecen a 2:03. Hemos estado en la clave del 2:3 y en este momento Torres ejecuta un cambio de sentido muy sutil y con gran técnica, entrando en la mitad del 3 con lo que nos parece ser una nueva sección del cuerpo: «unos dicen que se va a acabar, y otros que se está acabando, mientras que el palo va y viene...nosotros...acabando!» En un giro brillante del arreglo, esta frase se convierte entonces en el primer coro y la banda se precipita hacia la timba sofocante acostumbrada, borrando a pocos segundos de haberse iniciado el disco cualquier duda de si le faltará o no la intensidad necesaria para colarse entre lo mejor de la timba contempóranea. El tercer coro, a 4:01, es acompañado por una ingeniosa figura de metales que presta del último mambo de «La Fórmula» de Issac, volviéndolo en clave menor y empezándolo dos tiempos en retraso, creando una tensión excelente cuando la familiaridad de la melodía hala al escucha de un lado y la nueva orientación lo lleva en dirección opuesta. La banda está en candela una vez que la primera de muchas figuras potentes del teclado se escuchan a 4:30 con el cuarto coro, «mientras que el palo va, gozando y a lo Cubano, mientras que el palo viene, que somos, que somos los que más gozamos».

«Gozando y a lo Cubano» es una composición de Calzado y el trotabandas Roberto «Cucuruchu» Carlos Valdés, que en esta oportunidad también aparece como tecladista invitado. Carlos, otro de los muchos músicos aparentados al legendario Chucho Valdés, de la misma promoción del ISA que Tirso Duarte y Marcos Crego de Klímax, formó parte de La Charanga Habanera durante 1998, reemplazando al tecladista original Juan Carlos González, quien habría abandonado el grupo anticipándose muy poco a la desintegración total de la banda. Carlos luego se fue con los demás y se convirtió en el pianista de La Charanga Forever, grabando su primer disco con ellos antes de juntarse con Issac Delgado, primero, y después Paulito F.G. Recientemente participó en la grabación del segundo disco de Sol y Soul y justo al momento de publicar este artículo, se ha incorporado a Los Van Van, reemplazando al legendario César «Pupy» Pedroso, quién, como lo fue publicado como primicia aquí en timba.com, ha formado su nuevo grupo Los Que Son Son.

«Gozando y a lo Cubano» fue compuesto durante la primera gira estadounidense de la Charanga Habanera, en noviembre del 2000, pero el segundo tema, «Pila Cerra», cantado por Dante Cardoso, cuya voz y aspecto general son muy similares a los de Leonid Torres, ya formaba parte del repertorio de concierto para ese entonces y revela muchas afinidades con el estilo dominado por Tirso Duarte que observamos en «El Charanguero Mayor». El tema empieza con el primero de lo que nos gusta llamar las «expediciones de pesca» de Calzado. Ya va sin decir que los músicos timberos están sumamente contrariados por el hecho de que su música exquisitamente deslumbrante no ha irrumpido en la conciencia del hit parade mundial cómo lo han hecho artistas como Marc Anthony, Ricky Martin, los propios miembros de la Buena Vista Social Club y otros, por lo cual Calzado periódicamente, según nosotros, «prepara el anzuelo» con una referencia a uno de estos artistas, esperando que dicho ingrediente le traiga el tan ansiado reconocimiento a su labor y esfuerzo en el universo torcido de La Yuma (sospechamos que el ingrediente clave tiene más que ver con la falta de difusión, pero esa es otra historia). En este caso, la lenta y hermosa introducción de «Pila Cerra», aún cuando no es una violación a los derechos de autor, deriva su mejor gancho de «Se me Sigue Olvidando» de Marc Anthony, que, irónicamente, fue construida en base a «Just Once» de James Ingram («we can make the magic last for more than just one night»). Este provechoso interludio dura hasta 1:09 cuando el brillante tumbao de Tirso Duarte nos devuelve la timba cubana que sólo podría llevar el sello de La CH. Duarte no toca el piano en esta ocasión, pero fue él quien inventó los tumbaos y se los enseño a los demás.Duarte tiene una habilidad asombrosa de sacar del bolso de sus años de entrenamiento clásico todo tipo de maravillas para inventar ideas de timba cubana llamativamente originales. No te pierdas nuestra sección sobre su estilo de piano que incluye más de sus increíbles creaciones de piano y bajo en formato MIDI. Escuchándolos fuera de contexto realmente asiste a la apreciación de este joven genio de la música. Escucha al piano y bajo por debajo del lúcido mambo de metales a 3:13. Y luego escucha los floreos veloces del piano justo sobre la frase que inicia a 3:59. Duarte nos mostró todas estas ideas algunos meses antes de retirarse de la banda. Antes de abandonarla, el pianista actual, Helder Rojas, tocaba el sintetizador mientras que Duarte tocaba el piano, y pasaba al piano cuando Duarte cantaba. El y Duarte eran un poco como Manuel Arranz y Juan Carlos González de la banda original, con el primero ejecutando al pie de la letra las ideas musicales del segundo. Helder es un pianista sobresaliente de por sí (escucha el solo del tema 10) y es muy divertido verlo en el escenario. Es asombrosa la manera en la cual baila con tanta libertad al tocar con precisión inaudita las complejas partes de piano. La pregunta para el futuro de la timba es si él (y los pianistas que vendrán) serán capaces de seguir los pasos transcurridos por González y Duarte, creando más de los montunos geniales que han permitido a la música de la Charanga Habanera ser tan original. Existen cientos de grandes montuneros en La Habana, pero sólo un atajo de ellos pueden crear tumbaos inventivos y del más alto nivel. La Charanga Habanera ha sido bendecida con dos de estos maestros, y si existiera alguien en el mundo que pudiese suplir la plaza de Duarte en el piano, el extraordinario busca talentos de David Calzado es capaz de hallarlo. Afortunadamente, no nos tenemos que preocupar de eso en este disco, pues realmente no se sufre de la ausencia de Tirso Duarte, aún si bien no participa en la grabación. Antes de dejar «Pila Cerrá» nota el segmento reggae del minuto 5:20, que en sí es más eficaz que aquél que escucháramos en el tema titular del disco anterior.

«Mi Vecina» es obra de Duarte y es muy fácil imaginárselo cantando la voz principal. El y Aned Mota crecieron juntos y sus estilos vocales son muy similares en muchos aspectos. Aned es un poco más incisivo y la voz de Tirso tiene un sabor semejante al de Mayito Rivera, pero en global ambos estilos son muy parecidos. El cuerpo es timba desde el inicio y existen algunas formulaciones de coro ingeniosas entre los versos de la voz principal. El primer coro completo, a 1:08, tiene un gancho excelente muy influenciado en el blues y la primera guía a 1:12 es una variación inspirada de una idea melódica que Leo Vera, antiguo miembro de la banda en sus etapas formativas, utilizó un año antes en «Por Qué Jugamos con el Tiempo» de Klímax (0:54). La parte de piano aquí, aunque no lo resalte la mezcla, es muy original y complementa las inflexiones de blues del coro a la perfección. A 1:53 los metales hacen una variación distinta sobre el mambo de «La Fórmula» de Issac. A 2:24, un puente construido sobre armonías ascendentes nos conducen a un cambio de clave estilo «New York» y uno de los mejores coros del disco «Yo tengo una vecina, que me vigila de noche y de día, ella quiere a todas horas, que yo le de su medicina». Una vez que los coristas armonizan «vigilante nocturna, que le gusta la rrrrrumba», ya nos es obvio de que este disco se coloca a la par de las cinco obras maestras anteriores.

En Cuba, este trabajo lleva el nombre «Tiene de Cuba, Tiene Mela'o», por el cuatro tema «Tiene de Cuba». El cuerpo parece ser una aglomeración de porciones familiares de temas de los 50 como «Rock Around the Clock», timbifacados de una forma muy atractiva. A 1:48, las dulces armonías vocales demuestran la influencia de «Boys 2 Men», un grupo estadounidense que es del agrado general de los cantantes charangueros. A 3:22 se dejan de travesuras y nos arriba una onda timbera mucho más seria, guiándonos hasta la fascinante sección del minuto 3:52. Podría pasar por un cambio de clave, dependiendo si escuchas «duda» como la llamada o la respuesta, pero la entrada graciosísima de «Misión Imposible» confirma que el arreglo está en la clave del 3:2 de punta a punta. Es interesante notar que en este disco, la utilización común de la «licencia de la clave» durante los inicios de los 90 es puesta de lado y el flujo de la música no se complica en lo absoluto, es decir, uno puede tocar la clave continuamente de principio a fin sin tener que invertirla. También te invitamos a leer nuestro artículo complementario sobre las variadas y abundantes inversiones que estos licenciados de la clave aprovecharían en sus primeros lanzamientos. Inmediatamente después del mambo de «Misión Imposible», tenemos una de las estampas de la Habanera - el compás desciende dramáticamente de 108 tpm a 97, algo que, como lo hemos acotado anteriormente, sólo lo puede realizar un grupo de músicos que ensaya 6 días a la semana.

«Ella es como es» vale su precio de entrada, y empieza con uno de los ganchos más adictivos del disco - «ella es como es, ella no está en na', a ella le da lo mismo, chicha que limona'». Aquellos que han hecho su tarea de timba.com ya sabrán de inmediato que esto está basado en uno de los tesoros ocultos de NG La Banda, «El Rap de la Muerta» y su coro maravilloso... dice: «ella está como va, ella está como va, si la quieres ligar, mantente en tu posición». Pero la nueva versión charanguera ha sido rearmonizada y refraseada de tal manera que, por sí sola, se convierte instantáneamente en un clásico. Torres nuevamente protagoniza el tema, y nos despliega su dominio de las fraseologías del pop estadounidense a 0:51 con un Michael McDonaldismo ejecutado con una facilidad... («pero la quiero amar...»). El cuerpo entero, probablemente el mejor del disco, desborda de atractivos y la referencia a «Menéate» de Paulito FG (2:29) es fantástica. Los montunos de piano desde 3:15 en adelante son excelentes, y en este caso probablemente no son los trastes olvidados de Tirso Duarte. ¡Escucha ese bloque armonizado a 4:12!  Cuando por primera vez escuchamos este disco, fue ésta la canción que primero nos impactó. El proceso sentimental que se desarrolla cuando por primera vez se escucha y se empieza a conocer un nuevo disco de una banda excelente como ésta es muy interesante. Al inicio siempre existe la desilución ineludible de que el trabajo no es una reincidencia de los clásicos antiguos como «Nube Pasajera» o «Quítate el Disfraz». El escuchador ha creado un apego emocional muy grande a estos éxitos del pasado y al inicio el nuevo material no tiene armas con las cuales enfrentarse a la comparación, pero de pronto, si el disco realmente es bueno, los nuevos atractivos empiezan a penetrar el caparazón y se instala la euforia de un «nuevo amor». Para saber cuán bueno es un disco, uno debe experimentar ambas fases, dejarlo solo por un tiempo y volver. No hemos tenido el tiempo de hacer eso, pero por ahora podríamos hablar de muchas de estas canciones, especialmente ésta y «La Vecina» como obras capaces de resistir el paso del tiempo.

«Muévete», compuesta por Ricardo Amarais, el mismo autor de «Ella es Como es», cuenta con varios «anzuelos» más. Se pueden entrever ciertos aspectos parecidos a los grupos del pop estadounidense más juveniles y algunos intentos algo cuestionables del inglés. Con la excepción de «Hey You, Loca» y «Welcome to the Solar de la California», es difícil pensar en pasajes timberos que funcionen en inglés. Más tarde, los vocalistas empiezan a sugerir las frases rítmicas de «La Macarena» y el arreglo, de pronto, sale de sus fueros y se convierte en nada más ni nada menos que ¡«La Macarena»! substituyendo, claro está, «Macarena» por «Charanguera».

El título de «Mambo # Cuba» es una referencia en broma a una canción americana vomitivamente mala titulada «Mambo #5» que por alguna razón totalmente inexplicable ha sido sumamente popular en La Habana durante los últimos años. «Mambo #5», a más de poseer música abominable, tiene una letra inglesa verdaderamente falta de neuronas con algunos de los intentos más patéticos de hacer rima que jamás haya ideado la mente humana. Sin embargo, desde 1999, uno no ha podido pasearse por La Habana sin escucharlo. Con esto dicho, «Mambo # Cuba» de La Charanga Habanera, compuesta por Osmany Collado, es un tema excelente, una de las mejores representaciones timberas de un mambo que hemos escuchado, inclusive en comparación con los varios experimentos de NG La Banda por ensalzar esta boga bailable que data anterior a la revolución cubana. Cantado por Aned Mota, esta es la segunda versión de este tema - la primera fue grabada por la célebre esposa de Aned, Haila Momprié, (de Bamboleo y Azúcar Negra), en la producción de Calixto Oviedo «La Recompensa», que además involucra a otros charangueros, incluyendo al propio Mota, Collado y Tirso Duarte. Las dos versiones empiezan de manera similar, pero la versión de Calixto termina al minuto tres y ésta, a esas alturas, recién se está calentando. Un montuno inspirado se produce a 2:54, seguido por «Ahora pídeme un mambo con salsa, un pedacito que tenga bolero, y no me pidas que te toque moña, porque te mando pa'l extranjero». Nótese que cuando el coro canta «un pedacito que tenga bolero», la banda entera incursiona en el estilo del bolero, apaciguado e interpretado con finura y gracia, ¡sólo por un compás! Si le pones pausa al CD a 3:08, esperas un segundo, y vuelves a rodar, por unos dos segundos te da la impresión de que es un bolero el que escuchas. ¡Que esto sirva de lección a aquéllos que deseen ser músicos de salsa profesional!: ¡ENSAYO SEIS VECES POR SEMANA!   

Esto nos trae una nueva colección de «anzuelos» y «expediciones de pesca» titulada «Mi Vida Sin tu Amor» que durante sus primeros minutos bien pudiera ser tema de Marc Anthony. De hecho fue escrito por Kike Santander, el cerebro musical detrás de las empresas de Gloria Estefan y Chakira. El tema de hecho fue grabado originalmente en 1999 por Cristian Castro, el popular cantante mejicano que nada tiene que ver con ningún cubano que conozcamos. El cuerpo de la versión de la Charanga es bastante fiel al original, pero el arreglo nos deparará algunas sorpresas. El coro que inicia a 2:56 es parafraseado del tema «La Banda» de Colón y Lavoe, escrito durante los 70. La sección siguiente, a 3:54, es timba total, con un tumbao interesante y excelentes bloques de percusión. El coro en sí exhibe una onda bastante tenebrosa y las notas reiteradas sugieren un Coro Litúrgico o Gregoriano. Este disco probablemente cuenta con la mejor sección corista de todos los discos timberos. La mezcla de sonidos, entonación, afinación, timbre, fraseología... todo cuaja hermosamente. «Mi Vida Sin tu Amor» empieza como cover de pop latino, pero hacia el final es uno de los mejores ejemplos timberos del disco.

La doble personalidad de «El Abuelo Carmelo» es aún más drástica. Empieza tan dulce... ¡y termina feroz! La letra es una serie de bromas personales hacia Carmelo Andrés, trompetista del grupo. Aparte del propio Calzado, Carmelo es el único de los músicos de la banda que excede los 25 años, y en una banda llena de apuestos «Chippendales», Carmelo es un hombre regordete y canoso, razón por la cual se lo conoce como «El Abuelo»... no se preocupen que los ataques personales como «tú estás más viejo que El Morro» y «porque el viejito puede morir» no son más que bromitas inofensivas. Pero hablando en serio, Carmelo Andrés es uno de los mejores y más requeridos trompetistas de Cuba. Fue miembro de la Elite de Paulito FG y también ha participado en el útlimo proyecto de Issac Delgado. El mayor tributo al profesionalismo de Carmelo le llegó el año pasado cuando el perfeccionista musical de Juan Ceruto lo eligió para tocar junto a Alexander Abreu y Carlos Betancourt en su homenaje a Emiliano Salvador, «A Puerto Padre». Solistas ostentosos son lugar común en Cuba, pero tocar la trompeta con afinación inequívoca es muy difícil y satisfacer al oído aguzado de Ceruto es un verdadero logro. «El Abuelo Carmelo» es cantado y compuesto en parte por Aned Mota y tiene un cuerpo bonito y tranquilo como algunos de los ejemplos que vieramos en el disco de Calixto Oviedo, «La Recompensa», pero a 2:10, cuando Mota cita «La Apretadora» de NG («tú conmigo no sales más»), todo cambia y la timba se vuelve densa y oscura. ¡Otro tema excelente!

La Charanga Habanera empezó a fines de los 80 como una banda de charanga tradicional y todavía suele incluir números más folclóricos en sus discos y en sus conciertos. «A Mí Que» es la segunda grabación de la CH de un tema del recordado Marcelino Guerra, la primera siendo probablemente el tema de charanga más famoso de la historia, «Pare Cochero», grabado por la CH en el lanzamiento de 1994, «¡Hey You, Loca!». Irónicamente, mientras que los tradicionalistas injurian a la Charanga Habanera de ser la bastardización infame y vulgar de la estética tradicional latinoamericana, este grupo probablemente toca charanga tradicional mejor que cualquier otra agrupación bailable del mundo actual. Su versión de «A mí qué» es exquisita, absolutamente auténtica y es un homenaje extremadamente respetuoso a uno de los compositores más grandes de la historia cubana.

El disco termina, por supuesto, con el «anzuelo mayor», la expedición de pesca más resuelta de todas. «Chan Chan», el tema representativo del fenómeno Buena Vista Social Club, ha sido grabado más veces que «Feliz Navidad». Uno sólo puede imaginarse la rascadera de cabeza y las miradas extrañadas que se habrán cruzado las legiones de genios musicales indigentes de La Habana cuando esta adorable pandilla de caducos se convirtió de un día para otro en la sensación triple platino, rompetaquillas del cine de los Estados Unidos y el mundo. Ya nos dimos por vencidos intentando entender la peculiar sistemática del mercado «Yuma» hace varios años, pero desde un punto de vista musical, es bastante claro que el hechizo mágico que deparó la BVSC a las masas estadounidenses empezó con esa panorámica de Centro Habana mientras que la milenaria obra maestra de cuatro acordes tocaba en el fondo. Volverla en un tema pirotécnico de timba dura parecía poco reto y sugería una obra de proporciones épicas, por lo cual estábamos muy ansiosos de escuchar los resultados de dicha empresa en manos de La Charanga Habanera. Pero la CH nos sorprendió con un número bastante reservado, el cual describiremos más abajo. Primero queremos hacer hincapié en otra versión reciente de «Chan Chan» grabada por Sol y Soul.

«Chan Chan», versión Sol y Soul: Sol y Soul es el proyecto de un baterista canadiense, Mike Gerald, que se empecinó en viajar a La Habana y traerse a un grupo estelar de músicos de grupos tipo Paulito F.G., Carlos Manuel, Charanga Forever y más, dándoles el control absoluto del material musical sin las famosas reglas que regularmente disponen las casas disqueras internacionales. Después de ensayos exhaustivos los músicos grabaron el trabajo en un medio muy placentero y sin mayor presión, «por tema y no por hora», y el resultado, con músicos de la calidad de Yosvel Bernal, Juan Ceruto, Alexander Abreu, Amaury Pérez y Joel Paez, fue fabuloso y muy refrescante. «Chan Chan» versión Sol y Soul es el arreglo de Pedro Camacho, un gran pianista proveniente de la banda de Carlos Manuel, y es de hecho un verdadero himno de la timba cubana que desde las notas inaugurales explosiona con la pirotecnia que nos estábamos esperando. Empieza con uno de los mejores tumbaos que hemos escuchado sobre un palpitante sintetizador filtrado del eterno tecladista de Paulo FG, Yosvel Bernal. A 0:31 Wilber Rodríguez, otro miembro del Klan de Carlos Manuel entra con un excelente slap estilo pop del bajo, un estilo que cabe perfectamente en el ámbito de la timba y curiosamente no ha sido aprovechado al máximo. Las voces y coros son una mezcla perfecta de los atractivos claves de la canción original, con algunos ocurridos arrebatos timberos de los propios miembros de Sol y Soul. Un segundo disco de Sol y Soul está en camino, con la participación de Michel Maza y el antemencionado Roberto «Cucuruchu» Carlos, que se suman a los miembros originales.

«Chan Chan» - versión Charanga Habanera: La idea de esta canción empezó en el 2000 con «La Charanga Que Manda», un tema interpretado en vivo que nunca fue grabado en el estudio. Contaba con el coro «yo soy como Compay Segundo» que se ha incluido en este arreglo, al igual que otro coro que fue adaptado, aunque no lo crean, del himno «We Will Rock You» de Queen. También en este arreglo de concierto se escucha un tumbao deslumbrante de Tirso Duarte basado en «Oleo» de Sonny Rollins (utilizado también por NG en Échale Limón) que trágicamente fue omitido de la versión de estudio. La versión que finalmente aparece en «Chan Chan Charanga» empieza con una breve sección de rap antes de un pasaje de trompetas bastante tradicional, brindándonos una interpretación vocal bastante fiel al original. Debemos reiterar que la mezcla y afinación del coro de esta Charanga Habanera no tiene par en el mundo de la timba. El tumbao que nos lleva a la sección timbera, a 2:09, refleja una linda alusión al montuno (2:12) que Yaniel «El Majá» Matos utilizó para «La Fórmula» de Issac. El arreglo se va acercando a timba de a poco, pero nunca se desata por completo. Unos 60% entra en la categoría del «homenaje», similar a «A Mí Que» y el otro 40% explora ideas timberas sin alejarse mucho del sabor original.

EN CONCLUSION: Después de darle un poco de tiempo a este disco, volveremos a él, pero aún tras escucharlo durante un par de días, es evidente que el sexto producto discográfico de la Charanga Habanera es muy importante dentro del transcurso de la timba. Ha sido ejecutado con brío y atención y rebosa de ideas musicales creativas y emocionantes.

martes, 20 marzo 2018, 02:48 am