¿La mayoría de los músicos de La Ritmo Oriental en sus orígenes tenían una educación música formal?

No, eso fue antes de la Revolución. Y antes de la Revolución habían escuelas de música pero muy poquitas.

¿Pero usted sí tenía educación formal?

No, yo tampoco. Yo aprendí de mi padre. El era músico y antiguamente el hijo del carpintero era carpintero, el hijo del albañil y el hijo de músico tenía a un buen maestro en la familia.

¿Qué instrumento tocaba su padre?

Mi papá era trombonista, bajista, pianista, arreglista. Él era el que hacía los arreglos a Daniel Santos, a la Orquesta Sensación. Entonces bueno, yo vine a decidirme a ser músico ya después cuando empecé a estudiar en la escuela de arte y oficio, pero… es que ese era mi destino, ser músico. Entonces yo le dije a mi papá que no quería estudiar más, que yo quería ser músico. Me dijo, ¿qué tú vas a tocar? y le dije, yo, la tumbadora. Y entonces, bueno ahí. Entonces ya yo tenía conocimientos no muy profundos pero bueno… Los elementales de música y empecé a estudiar la música y entonces triunfa la Revolución. Y se abrió una escuela y nos superamos ahí y yo tuve muy buenos profesores en la escuela esa. Tuve un profesor que se llamaba Rafael Lay, director de La Orquesta Aragón que fue un gran músico que me enseñó un poco de armonía. Y entonces, bueno, hoy en día, después dirigí la orquesta. Hoy en día para dirigir una orquesta no es como antes, porque antes cualquiera venía y dirigía, pero hoy le exigen a uno conocimientos de orquestación, de armonía, de una serie de cosas. Y por lo menos, bueno, la gente me ve tocando el güiro y el que no me conoce dice, mira ese, el güirito, pero no sabe lo que hay detrás de eso, de ese instrumento, pero además, de lo que hago yo. Comprendes, porque no sólo es el güiro, porque yo me siento ahí y, mira, ves ese piano, con ese yo arreglo y eso.

Te consideran el mejor güirero de todos tiempos.

El más honesto.

Me dijo que empezó a tocar el güiro en Tropicana, ¿quién le enseñó a tocarlo?

Nadie. Eso fue yo oyendo. Pero antes la música, los instrumentos de percusión, no se enseñaban, ni se enseñan tampoco. Uno lo aprendía mirando como lo hacía fulano y como lo hacía mengano. Los instrumentos ya armónicos, violines, flauta, trompeta, piano, esos si tienen que tener una técnica. Tienes que tener un maestro. Los instrumentos de percusión, hoy en día tienen una técnica. Hay maestros para eso pero en aquel momento lo aprendíamos así porque vimos a este y a empezar a hacerlo y a fajarse. Ya más ná. Y se hizo.

¿Qué otro instrumento toca usted, el piano?

No, yo no toco el piano. Yo el piano lo uso para hacer los arreglos y eso y estuve tocando con una sinfónica que hicimos, tímpani también. Y así, buscando.

Ha escrito varias canciones de la Ritmo Oriental. ¿Cómo escribe, con piano, guitarra, o cantando a una grabadora?

No, el piano lo uso para hacer un arreglo. Para orquestación, pero una canción, viene la musa, o viene la letra primero, viene la melodía y uno después le busca la letra, eso depende. Yo no soy autor ni compositor yo soy un descarado, pero bueno tengo mi numerito, Juana no me quiere porque yo no se bailar, Se Baila Así y eso.

¿Cómo comienzas por estribillo o la melodía?

A veces uno siente un corito, como decimos nosotros, un estribillo de esos y entonces coño está bueno para hacer un número de eso. Y entonces nace el número y después nace el estribillo y así.

Los que pueden explicar bien la técnica, esos son los verdaderos autores, los verdaderos compositores. Yo no, yo lo único que soy es músico.

¿Usted no compuso la mayoría de las canciones de la Ritmo Oriental?

No, la mayoría la compuso Juan Crespo Maza. Ese si fue un autor.

Pero usted hizo muchos de los arreglos.

Si, si. Los números que yo hacía… igual que los que yo hago. Yo estoy en La Charanga de Oro y los números que yo hago son arreglos míos. Ahora mismo yo estoy, nos vamos para allá para España y estoy haciendo unos boleros ahí, Perfidia, Angelitos Negros, Estas en mi corazón de Ernesto Lecuona, son arreglos que estoy haciendo. Que lo cantan y entonces ya yo me pongo a hacerlos. Nosotros tenemos dos violines, un chelo, una trompeta. Lo estamos haciendo ahí. Mira, eso es una cosa en la que yo estoy incursionando, no.  Porque yo nunca le he escrito a metales. Lo mío siempre ha sido charanga y entonces cuando tú ves una trompeta y estoy incursionando en una cosa nueva. Estoy aprendiendo. Esto es así. 

Volviendo a los inicios de los 70s, ¿cómo describiría el ámbito de La Habana cuando llegaron al escenario Los Van Van, La Ritmo Oriental e Irakere?

Mira chico, en aquella época, yo no te digo que la competencia no era dura, era dura, porque cada cual buscaba gustarle a la gente, hacerle la cosquilla a la gente, pero bueno… nosotros tuvimos la suerte en ese momento de que a la gente le gustaba La Ritmo Oriental. Y mucha gente también, déjame decirte para que lo pongas ahí, mucha gente se creía que la Ritmo Oriental era de Oriente. No, La Ritmo Oriental es de aquí de La Habana, se hizo en Centro Habana. Lo único que era la orquesta aquella que tuvo Revé que la gente no quería seguir tocando changüí y entonces si, en ese momento habían dos o tres orientales. El autor intelectual del nombre este fue el comentarista deportivo Eddie Martin. Porque la orquesta tenía un programa en una emisora que se llamaba CMC Reloj de Cuba, hoy Radio Rebelde y Eddie Martin era el locutor, el animador. Y entonces… Bueno, si no es ritmo changüí este, entonces es ritmo oriental, y oriental, bueno, que se llame la Ritmo Oriental, total. Así nos llamamos. Mucha gente pensaba que era de Oriente, pero ya ves, de la capital.

¿Y esas tres orquestas Los Van Van, La Ritmo Oriental e Irakere se influenciaron una a la otra?

No, no, no. No había ningún tipo de influencia porque todo el mundo quería hacer algo distinto. Todo el mundo quería hacer algo distinto, todo el mundo tenía su público. Y muchas veces, el público que tenía uno era el mismo público de Los Van Van y de Irakere porque hay mucha gente que sí que lo sigue a uno, pero hay mucha gente que sigue, yo no diría que lo bueno, pero le gusta vacilar con una pila de gente, no se casa con una sola. Hay mucha gente que dice: La Ritmo Oriental, yo La Ritmo Oriental. Pero hay mucha gente que dice: Irakere…, y después dice: Manolito…, el otro, el otro, y vacilan con todo el mundo, así.